A medida que nos adentramos en marzo nos concentramos en los preparativos para el inminente comienzo de temporada de caza del corzo con fecha 1 de abril. Este mes es especial para nosotros; es un momento de observación y planificación, viendo cómo el campo se recupera tras una temporada de caza intensa y cómo los animales comienzan a relajarse en nuestras áreas de caza, cuidadosamente mantenidas y gestionadas.
Durante los últimos meses, hemos llevado a cabo un meticuloso control, pero es en marzo cuando intensificamos nuestros esfuerzos en el scouting, los machos se separan y empiezan a definir lo que a la postre será su territorio para este nuevo curso y, salvo que uno más joven y fuerte cambie las tornas, los antiguos dueños intentarán mantener sus zonas. Este proceso es crucial para monitorear los movimientos de los corzos en nuestro coto.
Aunque los días recientes han sido complicados, con menos apariciones de machos grandes de las esperadas, mantenemos la ilusión. El mal tiempo, el frío y los vientos complican su localización en las áreas abiertas. Los jóvenes corzos, por su parte, a pesar de los vientos que limitan sus sentidos se muestran menos temerarios a la hora de campear.
Es emocionante observar a estos jóvenes prometedores, que representan el futuro de nuestra caza. Aunque aún están en desarrollo y conservan su pelaje invernal, su presencia es un indicativo de la salud y la fortaleza de la población de corzos en nuestra zona. Con un invierno que ha ofrecido abundante alimento y un año excepcional para las bellotas, anticipamos una temporada de alta calidad.
Este mes de preparativos es solo el comienzo de lo que esperamos sea una temporada memorable y fructífera, consiguiendo dar caza a animales maduros y de calidad. La aventura está a punto de comenzar.